Monday, August 3, 2009

Muerte y Celebridades

Gema tiene 18 años y es de Miami, FL. A ella le encanta leer y escribir ficción para jóvenes y dice que se desmaya en la presencia del ingenio esterilizado.


Yo no soy un médium. No soy directora de pompas fúnebres. No soy jueza de instrucción. Sin embargo, siento que se mucho de la muerte. Tal vez no en la forma espantosa como un soldado o en la forma regular como un doctor, pero conozco bastante para no necesitar terapia. (Al menos que este en una fase de negación, pero eso es un tema para otro artículo.)

Dos personas mueren cada dos años en mi familia. He reconocido esta fórmula desde el tercer grado. Desde que he estado viva, he perdido un abuelo, un tío, primos y primas. La última vez que recibí una llamada llorosa se trataba de la muerte de una prima. Pase horas buscando una foto vieja de ella solamente para levantar una ceja y decir las últimas palabras de Julius Ceaser: “Et, tu, Brutus?” Después en la vela, todos nos sentamos en silencio y pretendimos rezar, pero en el ambiente estaba la pregunta: “¿Quien es el próximo?” Cuando estaba en el decimo grado, llame esta situación una maldición y una prima dijo que no fuera tonta. El siguiente año, mi novio perdió a su abuelo. Después se murió el papá del novio que tenía en el doce grado (y actualmente). He comparado estas muertes como un corte de papel: son de repentes, sorprendentemente dolorosas pero no insoportable; y la curación es fácil y natural.

Es debido a esto porque yo creo que puedo hablar de la muerte en una forma que es u objetiva, o tan parcial que pueda ser confundida como alguien fría o cruel. (Espero que sea la primera opción.) Las muertes, las velas, la ropa de luto, todos forman parte de un estilo de vida que me ha ofrecido lecciones. La lección más importante es que ninguna vida es superior a la otra. La muerte de una persona mayor no es más o menos importante que la muerte de un bebe. Aunque muchos midan el valor de una persona con su estabilidad financiera, no se puede negar que un pordiosero común y Donald Trump son dos visitantes cualquieras en este planeta. Sus caminos son diferentes, sus fallas y éxitos no han afectados la mismas personas, pero cado uno tiene sangre en las venas y oxigeno para inhalar. Han compartido un cielo, planeta y polución, y los dos son dignos del luto.

Por esto estaba un poco molesta cuando murió Michael Jackson, o sea, cuando murió cada otra persona que no era Michael Jackson y prácticamente fueron desairados por los medios de comunicación.

Yo se que yo no fui la única que noto que Junio del 2009 fue un mes terrible para ser un celebridad exitoso. Las muertes incluyeron: Farrah Fawcett, Ed McMahon y Billy Mays. Cada celebridad entrenó y corrió lentamente en el maratón de la experiencia humana y cada uno tambaleó y tropezó a través la línea de llegada. Pero todas estas muertes fueron eclipsadas por Michael Jackson.

Esto vino con una lista de preguntas. ¿Qué es una celebridad y porque hay niveles tan diferentes para ellos? Los medios de comunicación me han enseñado que una celebridad es cualquiera que genere atención. El mejor es la persona que lo hace más seguido. Escándalo, chisme y rumores- si verdades y mentiras de ellos venden, son digno de ser considerados celebridades. Pero esto no fue lo que millones de gente en las vigilias improvisadas dijeron de Michael Jackson. Cado unos de ellos tenían una historia que decir del Rey del Pop. Algunos habían intentado el “moonwalk”, otros se acordaban donde estaban cuando vieron el video de “Thriller” por primera vez. Algunos decían que este hombre que nunca habían conocido les cambio la vida. Esa razón tiene credibilidad. Mi imaginación y amor para la fantasía fue entusiasmada por JK Rowling. Compasión para otros y la idea que yo si puedo ser una diferencia en el mundo fue inspirada por John Green, otra autor para jóvenes. La noción que un extraño puede impactar la vida de uno no es equivocada o único. Lo que sí es alarmante es como estos reciben tanto respecto por algo que millones hacen: cambiar vidas.

¿Porque faltan los discursos poderosos y vigilias de medianoche para todos los maestros de la primaria que han pasado al otra mundo? ¿No son ellos quien nos enseñó a escribir nuestro nombre? ¿Ha no hablar con extraños? ¿No plantaron la fundación de nuestra educación? Una maestra que ha trabajado por dos o tres décadas ha tenido al menos mil estudiantes. ¿Pero cuando muere la maestra, están presentes esos mil de estudiantes con sus familias? ¿Saben que ha muerto la maestra?

Maestros son un ejemplo. Hay muchas personas que cambian vidas y tristemente, no todos son reconocidos. Hasta entre celebridades, éxitos y contribuciones a la sociedad son puestos a competir en vez de ser aceptadas con gratitud. Solamente porque alguien es muy conocido no significa que son más importantes. Esto aplica en los pasillos de la secundaria tanto como en la pista de los medios de comunicación. Cada persona es digna del luto y de cada ritual practicada para los muertos hoy en día- sean celebridades o no.

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